Esperamos pacientemente a que llegara el ferri que nos llevara a Nadi, donde pasaríamos la última noche antes del regreso. Tocaba despedirse de Vil, el hijo de Dan Vuti y su inseparable amigo, del que creo jamás llegué a aprenderme el nombre. Asi que abrazos, agradecimientos y nos subimos a bordo, junto con Dan Vuti, que también iba a Nadi.
El viaje fue entretenido, más aún teniendo en cuenta que intentamos recuperar, via desgaste por discusión, parte del dinero del billete, ya que el viaje de ida no lo habíamos utilizado. Esta vez no hubo suerte y nos quedamos con lo puesto.
Durante el viaje, las últimas fotos de una gran experiencia, el intento de capturar unas últimas sensaciones de lugar tan remoto.
Esta vez tocó despedirse de Dan Vuti, creo que fue un momento muy emotivo para todos nosotros. Dan Vuti nos había hecho experimentar aquel lugar de la mejor forma posible, y aunque por un escaso periodo de tiempo, pudimos saber cómo es la vida en Fiji, lejos de cómodos resorts y parafernalia. Recogió sus maletas, nos despedimos y se alejó mientras nosotros buscábamos el autobús que nos llevara al albergue.
Una de las mejores cosas del viaje fue el conocerle. Espero que todo te vaya estupendamente, te deseo lo mejor.
Una de las mejores cosas del viaje fue el conocerle. Espero que todo te vaya estupendamente, te deseo lo mejor.
1 comentario:
Hoy me he adelantado a tu circular y lo estoy leyendo fresquito!!!
que grande eres Juan, y hay que mandarle una pila a nick como sea!
miki
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